Nadie quiere ser viejos, nadie quiere verse las arrugas por las mañanas y ver su vida consumiéndose, pero todo cambia cuando tú me prometes ser viejos juntos, porque sí, quiero echarte la bronca cuando te dejes la tapa del baño levantada, quiero ir al baile los domingos y jugar a las cartas contigo, quiero levantarme y ver tus arrugas, que simbolizan los momentos y las experiencias vividas juntos, el primer beso, la primera caricia, la primera pelea, pero sobre todo la primera reconciliación.
Quiero que los nietos e hijos nos visiten en navidad y preparar la cena para todos y quiero ver día a día como ha merecido la pena estar contigo y quererte.
Oh, si, así si quiero envejecer...

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